martes, 19 de enero de 2010

ROBERT JOHNSON (compaginado por Alex Sagardoy)

Robert Leroy Johnson (Hazlehurst, Mississippi, 8 de mayo de 1911 - Greenwood, Mississippi, 16 de agosto de 1938) fue un cantante, compositor y guitarrista de blues estadounidense. Es considerado uno de los más grandes intérpretes de blues de toda la historia, a pesar de su temprana muerte, a los 27 años, y de haber dejado grabadas sólo 29 canciones.

Se conoce muy poco de su vida. De hecho, en sus biografías son casi más abundantes las "leyendas" que los datos. Se dice, por ejemplo, que su asombroso talento musical le fue otorgado después de realizar, en un cruce de caminos, un pacto con el diablo: su alma, a cambio de la habilidad de tocar el Blues. En 1927 ya ha abandonado la escuela, y trabaja en una plantación. Usa, entre otros, los nombres de Robert Sax y Robert Spencer hasta que, a los dieciséis años, su madre -una mujer de azaroso pasado- le confiesa el verdadero apellido de su padre: Johnson. Pronto aprende a tocar la guitarra y la armónica, y entra en contacto con algunas de las figuras más importantes del Blues de Memphis, como Willie Brown, Charley Patton y, sobre todo, Son House, que se convierte en una de sus principales influencias.

Su vida está llena de tragedias. Su primera mujer fallece durante el parto de su hijo. Atormentado por la necesidad de encontrar a su verdadero padre, invierte mucho tiempo y esfuerzo en el empeño (no se sabe si lo consiguió). De carácter amargado y violento, pronto se convierte en alcohólico y en un tipo violento. Se gana la vida tocando en pequeños locales, en compañía, muchas veces de Sonny Boy, Howlin Woolf y Johnny Shines, quien posteriormente comentaría sobre Johnson: "si veía pasar un tren, era incapaz de no subir a él. Agarraba su guitarra, y sencillamente se colaba en el primer vagón que pasaba". Ese carácter inquieto y aventurero, unido a su afición de usar nombres falsos, hace muy difícil trazar con exactitud su biografía.
Después de varios años actuando por todo el sur de los Estados Unidos, tuvo la oportunidad de dejar registradas sus 29 legendarias canciones. Son 42 grabaciones (13 de los temas fueron grabados 2 veces), registrados en dos sesiones de grabación: la primera en San Antonio, Tejas, los días 23, 26 y 27 de noviembre de 1936; la segunda en Dallas, Texas, el 19 y el 20 de junio de 1937.

La vigencia del legado musical de Johnson se basa en una peculiar asunción de las estructuras musicales del blues rural anterior a él (Charley Patton, Son House, Willie Brown, Blind Lemon Jefferson, etc.) y en la fuerza literaria de unos versos que hacen de él uno de los más insignes autores de la poesía popular norteamericana. Yendo un paso más allá de la simple evolución folklórica, las letras de sus canciones conforman una imaginería personal en que se mezclan motivos religiosos, sexuales y festivos que impactan al oyente gracias a una singular precisión poética. En sus canciones emerge un universo personal de expresión y creatividad, no la mera reiteración de clichés tradicionales. Su inimitable estilo vocal, salpicado de escalofriantes falsetes, su generoso sentido de la libertad interpretativa (se han conservado algunas tomas alternativas de sus canciones, que muestran versiones radicalmente distintas de una misma canción en cuestión de minutos, como en el caso de «Come on in my kitchen») han hecho de él una isla aparte en la historia del blues. A través de Muddy Waters y los intérpretes de blues británicos de los sesenta (John Mayall, Eric Clapton, Peter Green, Rolling Stones, etc.) su influencia es notabilísima en el rock. La explícita «Lemon song» de los Led Zeppelin no es más que una recreación plagiaria de una de las estrofas de «Me and the devil blues». Eric Clapton ha dedicado recientemente un trabajo entero («Me and Mr. Johnson») a versionar el repertorio de Robert Johnson.

En 1936 graba el tema “Kind Hearted Woman blues” en el establecimiento de H.C. Speir, propietario de una pequeña tienda musical en Jackson (Mississippi) equipada con un modesto estudio de grabación, que era utilizado habitualmente por los bluesmen de la zona. Impresionado por su talento, Speir se pone en contacto con un ejecutivo de Columbia Records quien, tras escuchar la grabación, le paga a Johnson el viaje hasta San Antonio. Allí, durante un periodo de siete meses, entre 1936 y 1937, Johnson graba todas sus canciones. Se calcula que le pagaron unos 100 dólares por dos sesiones. Piezas ya legendarias “Como There's a Hell Hound” “On My Trail”, “Preach in' Blues”, “Drunken Hearted Man” o “Me and The Devil Blues”.

Catorce meses después, en agosto de 1938, actúa por última vez en las afueras de Greenwood. Poco después cae enfermo. La leyenda dice que fue asesinado por un marido celoso, que le ofreció whisky envenenado, después de saber que le engañaba con su mujer. Ninguno de sus amigos podía pagar un médico, por lo que tuvieron que esperar, hasta ver cómo evolucionaban los acontecimientos. Tardó tres días en morir.

Robert Johnson, leyenda y realidad, un adelantado de la época, sin duda, el más legendario de todos los artistas que, durante las primeras décadas del siglo pasado, contribuyen a definir el Blues, confirmándolo como el estilo musical que ha llegado hasta nuestros días. Se merece, pues, un lugar de honor entre los precursores del Rock and Roll.

VIDEO:  http://www.youtube.com/watch?v=dkftesK2dck

VIDEO: http://www.youtube.com/watch?v=Yd60nI4sa9A

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